ADVIENTO -NAVIDAD

        NIÑO DE BELÉN Niño de Belén, te esperamos con mucha alegría .  Estamos preparando la cuna de nuestro corazón para tu llegada. Jesús, niño de Belén, me encantaría verte así: niño, con esos ojos grandes, con una mirada penetrante hasta el fondo de mí misma; una mirada limpia, transparente, llena de ternura, de bondad y de amor.  Déjame cautivar por tu mirada, que me sobrecoja y me haga sentir amada, aceptada y acogida por Ti. Y verte sonreír, porque en tu sonrisa me dices que estás feliz de nacer de nuevo en nuestra humanidad.  En tu sonrisa nos hablas, te comunicas con nosotros, diciéndonos lo feliz que estás de estar entre nosotros.  En tu sonrisa veo a un Dios alegre, a quien no le falta nada, porque lo tiene todo. En esta semana nos preparamos desde una actitud de alegría, porque ya queda poco para tu llegada.  Alegría por tu presencia, porque te puedo sentir como nuestra Madre, la Virgen, que proclama con gozo tu ven...

Hoy celebramos la fiesta de la Virgen de Guadalupe, nuestra querida Lupita. Qué alegría, Madre, poder vivir este día tomados de tu mano, mientras seguimos preparándonos en este tiempo de Adviento. Gracias, Mamá, por acompañarnos, por guiarnos, por ser nuestro modelo. Gracias por llevar en tu seno a tu Hijo Jesús, a quien esperamos con tanta alegría. Madre de Guadalupe, te pedimos por el mundo entero, para que sepamos preparar la cuna de Jesús aquí en la tierra: desde el amor, desde la ternura, desde la misericordia, desde el perdón. Sabemos que con su venida recibiremos todos estos dones. Que nuestra cuna interior esté limpia y acogedora para recibirlo con asombro, como tú, Madre, que lo contemplas en tu seno aun sin verlo, y sabes que lo llevas dentro. Tú, Madre, morada del Amor, morada de nuestro Rey y Salvador.

    Ven, Señor Jesús Jesús, te esperamos con mucha alegría en nuestros corazones, y con cuánta ansia deseamos tu Venida. Y cuánto más nuestra Madre, la Virgen, que desde el momento de decir “sí” a Dios ya llevaba en su seno al Salvador. Así también Juan Bautista, que preparó tu camino para la Venida, nos recuerda con aquella alabanza que recibió de tus labios y nos hace comprender que tu llegada está cerca: “Yo os aseguro que no se ha presentado entre los hombres un profeta más grande que Juan Bautista. Desde que vino Juan Bautista hasta ahora, el Reino de Dios se alcanza a la fuerza y solamente los esforzados entran en él.”(Mt.11, 11-15) ¡La Navidad ya está a las puertas! Por ello nos invitas a seguir preparándonos de la mejor manera, para recibirte con un corazón limpio, acogedor y abierto a tu presencia. Tú, el más pequeño del Reino de los Cielos, nacerás de nuevo en un corazón disponible que te quiera recibir. Regálanos estas actitudes para seguir preparándonos...

En su andanza peregrina, con aires enhorabuena, lleva María en sus venas unas células divinas. Recogida en la Palabra y en transparente custodia va subiendo la montaña, bendiciendo cada cosa, un paso lo da la fe y el otro la caridad, canta su fíat-amén, juega con el verbo amar. Saludos entusiasmados, su presencia es sacramento, mueve el Espíritu Santo un santo estremecimiento. Profecías y alabanzas desde Isabel y María, y el niño inicia una danza de angélica alegría. Dios visita nuestra tierra, día de visitación, y para servir se queda que para eso vino Dios.

"Se puso en camino de prisa hacia la montaña". En su andanza peregrina,con aires enhorabuena,lleva María en sus venas unas células divinas.Recogida en la Palabra y en transparente custodia va subiendo la montaña,bendiciendo cada cosa,un paso lo da la fe y el otro la caridad,canta su fíat-amén,juega con el verbo amar.Saludos entusiasmados, su presencia es sacramento,mueve el Espíritu Santo un santo estremecimiento. Profecías y alabanzas desde Isabel y María,y el niño inicia una danza de angélica alegría.Dios visita nuestra tierra, día de visitación,y para servir se queda que para eso vino Dios. ¿ Quien soy yo  para que me visite  la madre de mi Señor? ». La visita de María a Isabel  Las dos van a ser madres. Las dos han sido llamadas a colaborar en el plan de Dios.  María ha llegado aprisa desde Nazaret a una ciudad de Judá María,  « Bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre . ¿ Quien soy yo  para que ...

María en nuestra Vida.  Jaime Bonet  " El amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, se nos hizo palpable en María. Así como un niño percibe el aliento, el tacto, la presencia silenciosa, el calor afectuoso y el rostro de su madre incluso en la oscuridad, así también María nos ayuda a percibir la presencia de lo divino en lo más profundo del corazón. Los designios de Dios se acercan al umbral de cada persona y llaman suavemente en lo íntimo del alma. Pero es con la mirada aguda y afable de María que la voz de Dios, la llamada del Altísimo, se vuelve un susurro y un beso de amor. María nos despierta y alienta, como una madre que se inclina sobre la cuna de su hijo y acaricia su despertar. En mi vocación descubrí a María como si ella misma me comunicara la noticia. Para mí, ella fue el ángel del Señor: me explicó el “cómo” y el “porqué” de la decisión de Dios. Se adelantó incluso a mi respuesta, que yo pronuncié sin demora, casi al unísono con su invitación. María me sedujo la ...